DEPARTAMENTO DE LENGUA – IES PEDRO DE LUNA

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¿Y qué pensaría sobre el «caso» la mujer de Lázaro? Un ejercicio de José Manuel Matute sobre el Lazarillo

Posted by mjmv en febrero 27, 2012


En este tiempo, viendo mi habilidad y buen vivir, teniendo noticia de mi persona el
señor arcipreste de Sant Salvador, mi señor, y servidor y amigo de vuestra merced,
porque le pregonaba sus vinos, procuró casarme con una criada suya; y visto por
mí que de tal persona no podía venir sino bien y favor, acordé de lo hacer.
Y así me casé con ella, y hasta agora no estoy arrepentido; porque, allende de ser
buena hija y diligente, servicial, tengo en mi señor arcipreste todo favor y ayuda. Y
siempre en el año le da en veces al pie de una carga de trigo, por las Pascuas su
carne, y cuando el par de los bodigos, las calzas viejas que deja; e hízonos alquilar
una casilla par de la suya. Los domingos y fiestas casi todas las comíamos en su
casa. Mas malas lenguas, que nunca faltaron ni faltaran, no nos dejan vivir,
diciendo no sé qué, y sí sé qué, de que veen a mi mujer irle a hacer la cama y
guisalle de comer. Y mejor les ayude Dios que ellos dicen la verdad;{ aunque en
este tiempo siempre he tenido alguna sospechuela y habido algunas malas cenas
por esperalla algunas noches hasta las laudes y aun más, y se me ha venido a la
memoria lo que mi amo el ciego me dijo en Escalona estando asido del cuerno;
aunque de verdad siempre pienso que el diablo me lo trae a la memoria por
hacerme malcasado, y no le aprovecha} porque, allende de no ser ella mujer que
se pague destas burlas, mi señor me ha prometido lo que pienso cumplirá. Que él
me habló un día muy largo delante della, y me dijo:
“Lázaro de Tormes, quien ha de mirar a dichos de malas lenguas, nunca medrará.
Digo esto porque no me maravillaría alguno, viendo entrar en mi casa a tu mujer y
salir della. Ella entra muy a tu honra y suya, y esto te lo prometo. Por tanto, no
mires a lo que pueden decir, sino a lo que te toca, digo a tu provecho.”
“Señor -le dije-, yo determiné de arrimarme a los buenos. Verdad es que algunos
de mis amigos me han dicho algo deso, y aun, por más de tres veces me han
certificado que, antes que conmigo casase, había parido tres veces, hablando con
reverencia de V.M., porque esta ella delante.” ***
Pero a buen adiestramiento de mi primer amo el ciego y en la medida de sus enseñanzas
en las que ya de mochacho me prevenía, torné a hablar con la mujer del panadero que
siempre tanta sabiduría, en su lengua volandera, tenía. Y dígole a su merced que no es en
manera de desconfianza a su trato, que jamás osaría despreciar, sino más que por mi
alma dejar reposar. Ya sabe V.M. , que nunca de más estuvo el oír al sabio pueblo, más
nunca, valgame mi señor, hacerle caso. Y como es bien sabido que en su buena fe nunca
entro diablo mal herido, no dudé ni por un momento que no daría lugar a sus lamentos
por tan osada rebeldía en mis servicios.
Así fue como no más yo entrara en la morada del panadero ya la buena mujer media
sonrisa viperina me soltara, y preguntalle por lo que ella supiere, no dudó en soltarme
la descarga de su plácido veneno. Desta manera me explico lo ocurrido o, más bien ,lo
que es por las malas lenguas bien sabido.
– Sepa hijo de dios que por muchas lecciones en las andanzas que de la mano de sus
amos aprendió es esta la más importante que a contalle voy , que no por no entender a
la mujer y su condición es menos ingrata, picara y sabia su posición.
Allende desto, y dándome cuenta de su gran razón, mostrelle mi interés en que de dicha
ciencia me formara en la que certamente, y dado el desasosiego de mi búsqueda del
sustento, jamás tuve a lugar en reparar. Desta manera que seguila escuchando.
– El camino della a su lado nunca fue fácil y no por no cumplir con sus obligaciones
como esposa fue por lo que mucho a su pesar tal comportamiento tuvo que adoptar.
Agora bien, debe vuestra merced saber que » quien malas matas come males andares
arrastra » y no es por no ser bien sabido que al de comer tos tenemos respeto y ansi con
sotileza , buenas mañas y no menos recato andabase su señora copiando tan arduas
astucias bien aprendidas de su amo para buscarse el pan y cubrise ansi alguna carencia
más. Con reverencia de Vuestra Merced mostrele el desencanto sufrido desta su mujer
a vistas de la escasez en su cortejo amoroso y no por menos contar el agujero
indecoroso que par del suyo portaba en su estómago.
Cubrioseme el corazón en pena al esto oír, más por no darle tregua a la mía curiosidad,
ni siquiera parpadeé y mostrele intención de seguila escuchando tan osado discurso.
-Ya no por lo presto que asía al Arcipreste, que de buena manera pareciome verla en
algún momento sisarle, sino por lo avispado de sus otros menesteres tales como la
provocación, el buen arte de los hablares ansi como alcahuetear y arrimarse al costal que
más preta el sol, que fama la trae al pueblo. Desta afrenta de la cual su merced viose en
desdicha digole que es el arte de sobrevivir de su amada y del resto de las pobres y
desconsoladas mujeres que como la de su merced corren la misma suerte en la que
hágome participe. Desta manera que solo me queda venerar su actuar por ser de las
más espabilada del lugar y por traer a estos parájes un poco de dignidad y respeto por
todas nosotras.
Ansi cuan contabame las patrañas de sus tretas y argucias, y en un arrebato de ira y
locura , alcéle la voz para repricarla y pedila respeto por su ultraje, masturóme poco
ya questa mujer con un gesto de ojos y moviendo sus hermosos y tiernos labios
enbaucome mostrandome ansi lo cierto de su arte. Sin caer en la suya trampa de facto
seguille la corriente mas con sus mismas tretas quería yo saber de lo cierto de la
deshonra que mi amada prodigome. Al preguntalla por aquesto mentó.
-Tenga vuestra merced a bien saber que ¨en cama de herrero mas de una forja una se
lleva ¨ y que no a juegos de cartas llamala el Arcipreste. Pero no sufra yéndose
despavorido a vengar su honor pues bien es sabido que en buen cargo y sustento
le tiene Monseñor y de no ser por los servicios de su mujer en poca estima le tendría.
Válgase ansi vuestra merced de sentirse agradecido por las labores de su amada que,
aunque más lleno le tiene el estomago que el corazón, de buena gracia le tiene en su
posición.
Fuime del lugar apesadumbrado por lo acontecido y lo que allí había descubierto y
certificado, mas… pensándolo bien, quedome en acuerdo con aquesta mujer. Cierto es
que en estos tiempos, si los más picaros fuesen árboles ,densos bosques tendríamos .
Y es en estas que prefiero caminar y estar entre árboles y saber que del sol aliméntome
todo los días que ser simple raíz escondida donde sólo mendigar agua podría. En difícil
manera podre restaurar la alegría de mi corazón que partido quedará, mas asegurome
que el estomago agradecerá que lleno lo tenga en detrimento del amor. En esto tiempos
con amor no se come y con la panza uno respira y es por estas que dígole a Vuestra
Merced que mis oídos nada oyeron, mis ojos nada vieron y que sólo mi estomago y mi
fe a su servicio quedarán intactos. No más que por mi arte en la picaresca consideraré
tener por compañera una fiel maestra a la que cuidare y respetaré en virtud de su
sabiduría …

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